LA VELOCIDAD

Su velocidad es una de las cualidades que más se destaca en los galgos. Es fantástico ver un galgo correr, por su galope, por su elegancia, por su agilidad y por las altas velocidades que puede alcanzar. Puede llegar a alcanzar casi 70 km/hora, pero esta cualidad es a su vez también su condena ya que por ello son USADOS en carreras, apuestas y para la caza. Es el perro más rápido del mundo y uno de los animales más veloces del planeta, concretamente ocupa el puesto 18º.

Su gran velocidad es gracias a un corazón que es un 1,7% de su peso corporal, a que su volumen de sangre supone un 11% de su volumen total, superior al de un caballo de carreras, y a que pueden aumentar treinta y siete veces su capacidad pulmonar. 

Esbeltos, de cabeza afilada y patas finas y largas, todo su cuerpo es un prodigio de la ingeniería. Desde las orejas hasta el rabo todo parece diseñado para la velocidad. 

Su estilo, nada académico. Los galgos corren de un modo muy particular. Se conoce como ‘galope de doble suspensión’ (se parece al de los guepardos). Hay dos posiciones en las que apoya las cuatro patas en el suelo, contraída y distendida, y entre medias el salto es explosivo gracias a su potencia muscular y a la flexibilidad de su columna vertebral, que actúa como un arco. Un galgo corriendo, pasa hasta el 75% del tiempo en el aire.

¿Increíble no?